El curso Hormigón & Naturaleza finalizó su versión del segundo semestre 2025 con una serie de nuevas piezas cuyas dobles curvaturas, moldajes y distribución del material exploran el comportamiento estructural del hormigón desde su estado húmedo, fluido y moldeable. Como indica el fundamento de este curso de la Escuela de Arquitectura de la UC, a partir de la observación de la naturaleza, surgen nuevas formas de abordar el desafío de resistir, soportar y mantener la estabilidad en las estructuras de hormigón. Membranas textiles como moldajes flexibles y fibras en reemplazo de la enfierradura convencional, son algunas de las técnicas utilizadas en esta edición del curso, integrando criterios de autoportancia, cáscaras delgadas y refuerzos textiles para estudiar cómo la geometría puede convertirse en un refuerzo natural del material.
Dirigido por la profesora Victoria Jolly Mujica, con el apoyo del ayudante Benjamín del Campo, el curso reunió a 24 estudiantes, quienes trabajaron cada miércoles entre las 14:50 y 17:20 horas para investigar la plasticidad del hormigón y su capacidad de generar formas sensibles, eficientes y estructuralmente optimizadas.
Hormigón que fluye y manifiesta
Siguiendo el manifiesto del curso, Trabajar con los opuestos, los estudiantes abordaron al hormigón desde su condición plástica. Al reemplazar los moldajes rígidos tradicionales por membranas geotextiles deformables, el material dejó de ser un elemento pasivo para transformarse en un agente activo, capaz de definir su forma en diálogo con la gravedad, el peso propio y las tensiones internas generadas durante el vertido.
Este enfoque —alineado con los principios del ingeniero inglés John Orr— permitió desarrollar dobles curvaturas, superficies orgánicas y volúmenes optimizados, donde la geometría se convierte en parte esencial del desempeño estructural.
Cáscaras delgadas y estabilidad
A diferencia del semestre inicial del curso, esta versión incorporó criterios de comportamiento estructural como eje del diseño. Los moldajes textiles se diseñaron para lograr autoportancia vertical y espesores mínimos de 10 mm, integrando curvaturas que favorecen la forma resistente. Las piezas se concibieron como cáscaras, emplazando el material solo donde es necesario y aprovechando la etapa plástica del hormigón para inducir tensiones de membrana, reduciendo momentos flectores y optimizando el uso de material.
Los estudiantes aplicaron un trabajo de free form finding con membranas geotextiles y analizaron sus propuestas mediante modelos de elementos finitos, logrando piezas livianas que evidencian cómo la geometría puede actuar como refuerzo natural.
"Este semestre diseñamos los moldajes textiles con criterios de autoportancia vertical y espesores mínimos (10mm), integrando curvaturas que favorecen la forma resistente. A diferencia del período inicial, ahora la geometría se definió en diálogo con el comportamiento estructural: trabajamos con cáscaras que emplazan el material donde es necesario, aprovechando la gravedad y el peso propio en la etapa plástica de la argamasa para inducir tensiones de membrana y reducir momentos flectores.
Aplicamos un enfoque de free form finding con membranas geotextiles y analizamos las cáscaras mediante elementos finitos. El resultado fue una serie de piezas delgadas que mantienen el equilibrio que evidencian cómo la forma actúa como refuerzo natural cuando la geometría responde a las solicitaciones".
Victoria Jolly
Arquitecta UC

Refuerzos textiles y control de fisuración
Este semestre se incorporó el uso de Textile Reinforced Concrete (TRC) mediante mallas de fibra de vidrio impregnadas, lo que permitió disminuir los espesores y el peso propio de las cáscaras, manteniendo el control de fisuración. Además, se perfeccionó el pretensado de los geotextiles para calibrar la deformación del moldaje y lograr curvaturas precisas.
La combinación de encofrado flexible y TRC no solo habilita formas libres optimizadas, sino que también reduce significativamente la huella de carbono al reemplazar enfierraduras convencionales y disminuir el volumen de material requerido.
"Incorporamos refuerzos textiles con mallas de fibra de vidrio impregnadas (TRC) lo que permitió disminuir el espesor y el peso propio de las cáscaras, manteniendo también el control de fisuración. Perfeccionamos el pretensado de los geotextiles para calibrar la deformación del molde y, por ende, la curvatura final del elemento.
Estos avances consolidan al encofrado flexible como una tecnología que habilita formas libres optimizadas y al incorporar los refuerzos textiles en reemplazo de la enfierradura generamos piezas que disminuyen notablemente la huella de carbono".
Victoria Jolly
Arquitecta UC
Texturas naturales y superficies
En esta versión del curso se decidió trabajar con el color propio del hormigón, privilegiando la textura como protagonista del lenguaje material. Los estudiantes utilizaron geotextiles con distintos gramajes para imprimir patrones capilares, tramas y texturas en la superficie del hormigón, además de incorporar objetos externos y pliegues regulares en los moldajes. Cada pieza se convierte así en un registro de la interacción entre membrana, peso, fluidez y curvatura.
"Esta vez trabajamos con el color propio del material, sin intervenir. Pero incorporando las texturas de las tramas de geotextiles con diferentes gramajes y en algunos casos añadimos la impresión de objetos externos y pliegues regulares en los propios moldajes realizados.
Utilizamos una de las características más bellas de las membranas flexibles que es su capacidad de imprimir los patrones capilares, las tramas y los elementos puntuales en la superficie del hormigón".
Victoria Jolly
Arquitecta UC

Modelos nuevos y paisajes materiales
A nivel experimental, el curso desarrolló nuevos modelos de cáscaras autoportantes y ensayó variantes en la orientación y número de capas de mallas textiles para optimizar la respuesta del material compuesto. La experiencia culminó con la construcción de una cáscara circular de 3 metros de diámetro, incorporando incluso el agua como elemento final que interactúa con la geometría del objeto.
"Este semestre trabajamos con modelos nuevos de cáscaras autoportantes. Además, ensayamos distintas configuraciones de mallas textiles (orientación, apertura y número de capas) para optimizar la respuesta del compuesto TRC en elementos delgados.
En la pieza final a escala realizamos una cáscara circular de 3m de diámetro donde incorporamos el agua como elemento ".
Victoria Jolly
Arquitecta UC
Inspiración en formaciones naturales: estabilidad con lo mínimo
Para observar cómo la naturaleza resuelve la estabilidad con espesores mínimos, los estudiantes analizaron cortezas, estratos rocosos y pliegues geológicos. Estas lógicas se tradujeron al diseño de membranas pretensadas y al vertido controlado del hormigón, generando superficies onduladas, dobles curvaturas y transiciones continuas entre apoyo y luz. El resultado es un conjunto de piezas que no imitan formas naturales, sino que reinterpretan principios geométricos y materiales que aportan eficiencia estructural y ambiental.
"Observamos cortezas, estratos rocosos y pliegues geológicos para comprender cómo la naturaleza resuelve estabilidad con mínimos espesores. Esas lógicas se trasladaron al diseño de membranas pretensadas y al vertido controlado del hormigón, generando superficies onduladas, dobles curvaturas y transiciones continuas entre apoyo y luz.
La inspiración no es mimética: busca traducir principios materiales y geométricos que favorecen la eficiencia y el desempeño ambiental".
Victoria Jolly
Arquitecta UC
Autora: Valeria F. Moraga D.